Blog de Claudia y Edurne
Este blog se ha creado para la asignatura "Psicología y Persona", de cuarto curso de la UNIR.
Como hemos puesto de manifiesto, el Conductismo supuso la aplicación clínica de la ciencia a la psicología, basándose exclusivamente en supuestos observables y en procedimientos validados empíricamente. Los autores referenciados, a través del estudio de condicionamiento clásico y operante, han conseguido profundizar en los modos de respuesta y comportamiento del ser humano hasta conseguir alcanzar los modelos terapéuticos capaces de predecir y modificar esos comportamientos.
La Terapia Conductista se centra exclusivamente en la conducta del sujeto (adaptada o desadaptada) y en el ambiente en el que se producen esas conductas, y su finalidad radica en la posibilidad de modificarlas mediante técnicas de exposición, habituación o deshabituación, desensibilización, modelados, reforzamientos, atenuaciones, extinciones etc. Algunas de ellas las hemos ejemplificado en los casos clínicos.
Dentro de la vida en sociedad este procedimiento es el habitualmente empleado en el aprendizaje de los niños en los colegios, en las prácticas deportivas, en la adquisición de hábitos de vida y también se emplea en animales, siendo muy efectivo en conductas concretas operacionacionables.
Sin embargo el paradigma conductista dentro de la Psicología se queda mermado en la comprensión del comportamiento humano, que además de las conductas y las reacciones observables del sujeto, pone en juego cogniciones, pensamientos, ideas, valoraciones subjetivas, ideas irracionales, cultura propia etc, que también influyen en su comportamiento. Esto dará lugar a nuevas corrientes de escuelas psicológicas que dejaremos para próximos blogs.
Clara, es una mujer de 55 años y padece agorafobia. Tenía mucho miedo a salir de casa desde el fallecimiento de su marido y, no se atrevía a salir ni para hacer la compra, ni visitar a sus familiares, tan siquiera lo hacía para acudir a las citas médicas obligatorias. Dada la situación, su vida social se había reducido por completo. Decía que no le apetecía ver a nadie y que tenía salir sola de casa porque se sentía insegura. Temía salir sola de casa, ya que, se sentía insegura, aunque no padeciera ningún problema de salud ni dificultad para la deambulación. Sin embargo, le encantaba ver a su nieta de 5 años Sara.
Hablamos con su hija para la realización de la terapia, para que fuera a recoger a su madre, fuese con su hija Sara. Así, cada vez que Clara tuviera que salir de casa, lo asociaría a encontrarse con su nieta.
Ideamos que nuestra paciente saliese de casa diariamente dos veces para ir a recoger a su nieta al colegio, al medio día y por la tarde. Esta también era una forma de disfrutar de su nieta y le ayudaría con el cambio de hábito.
Las primeras veces, Clara iba acompañada de su hija, pero progresivamente fuimos añadiendo matices semanalmente, algunas veces iba acompañada, otras veces sola, otras veces tenía que ir a comprar el pan cuando fuera a recoger a su nieta al medio día. También introdujimos algunos cambios de itinerario.
Los fines de semana, se encargaría también de llevar a su nieta Sara al parque. Así, ayudamos a nuestra paciente a asociar salidas a la calle con un evento positivo (refuerzo positivo), el cual le motivaba a realizar el acto y de hacerlo sin miedo.
Elene, tiene 45 años, es profesora y, por las noches, tras acostar a sus hijos, se sentaba en el sofá y abría el cajón de los dulces, cogía un paquete de galletas, y se las comía compulsivamente hasta acabar con la caja. Reconocía que no tenía hambre y que lo hacía para así relajarse de la actividad diaria.
Esto le estaba produciendo sobrepeso e ingesta excesiva de hidratos de carbono poco saludable. Para cortar de raíz esta con esta conducta, se le propuso vaciar una caja de galletas y sustituir el contenido por lana y agujas para hacer punto. Así, para relajarse se pondría delante de la televisión y, en vez de comer galletas, tejería y, mantendría las manos ocupadas para no comer y evitar la ingesta innecesaria. En unas semanas tendría confeccionada una bufanda para la llegada del otoño/invierno y se sentiría orgullosa y que le supuso un reforzador extra.
(Refuerzo diferencial de otras conductas, se proponen conductas alternativas).
Bitor, todas las mañanas cogía el metro en una parada donde había un bar con una máquina slots (tragaperras) y, tenía la costumbre de echar 3 o 4 euros y los días que le daba premio, lo reinvertía hasta perderlo todo. No quería hacerlo, pero se veía abocado a ello casi de forma automática cada ve que pasaba por allí.
Entonces, se le propuso cambiar la parada de metro y que lo cogiera en la estación anterior, de esta manera, evitaba pasar por el bar y, caminaba un poco para tener tiempo de frenar ese deseo irremediable de echar monedas a la tragaperras. Así lo hizo, y poco a poco se fue deshabituando, ya que en ese tiempo que se tomaba de camino a la estación anterior, frenaba ese pensamiento de juego.
Tiempo después del cambio de hábito, Bitor pasó por el bar, pero ya no entró a probar con la máquina tragaperras.
A Altea le gustaba fumar. Se fumaba cinco cigarros al día, tras el desayuno, la comida y la cena. Pero, a su novio, no le gustaba nada que Altea fumara porque perjudicaba su salud. Decidimos unificar esfuerzos y se le propuso a Altea que si fumaba, su novio Antón, no la besaría (buscábamos la extinción de conducta), en cambio, si no fumaba, Antón la besaría apasionadamente.
¿Qué ocurrió?
Antón no aguantó y la besó pese a que Altea siguió fumando.
Altea dejó a Antón y continuó fumando cuando le apetecía.
Altea dejó de fumar para conseguir que Antón le besara.
Antón empezó a fumar con Altea,...
Jokin no había comido nunca fruta, su familia tampoco tenía el hábito de hacerlo y ni siquiera la compraban. Creció sin haber comido nunca fruta, pero, a los 20 años, un día le diagnosticaron de diverticulitis y le recomendaron comer fruta en abundancia. Era incapaz de hacerlo. Le producía náuseas y malestar comer cualquier fruta.
Era necesario modificar ese hábito e introducir fruta en pequeñas dosis e incluso camuflarla en otros platos. Decidió matricularse en un curso de cocina en la que se preparaban ensaladas con frutas (trocitos de naranja, kiwi,...), que daban un toque de alegría a los platos e introduciendo nuevas notas gustativas.
Incluso cocinaron carnes con acompañamientos de fruta. De esta manera, comenzó a educar su paladar.
Poco a poco, fue acostumbrándose al sabor de las distintas frutas, a apreciarlas y a introducirlas en su dieta y, pronto lo hizo habitual y cotidiano.
Google. (s.f.). [Dibujo de abuela con su nieta]. Recuperado el 12 de noviembre de 2023, de
https://pixabay.com/illustrations/grandma-grandchild-happy-kid-child-6496928/
Google. (s.f.). [Manos tejiendo]. Recuperado el 12 de noviembre de 2023, de
https://pixabay.com/photos/crochet-handwork-wool-hobby-8202792/
Google. (s.f.). [Máquina tragaperras]. Recuperado el 12 de noviembre de 2023, de
Google. (s.f.). [Cenicero con cigarros]. Recuperado el 12 de noviembre de 2023, de
https://pixabay.com/photos/cigarettes-ashtray-ash-smoking-83571/
Google. (s.f.). [Bowl de yogur con fruta]. Recuperado el 12 de noviembre de 2023, de
https://pixabay.com/photos/yogurt-strawberries-food-fruit-1442034/
El paradigma conductista es un esquema formal de organización en el cual se plantea cómo la conducta de un organismo puede ser explicada a través de diversas causas ambientales, sin tener que tomar en cuenta los procesos mentales internos. Según esta teoría, la conducta, tanto en las personas como en los animales, es observable, medible y cuantificable.
El paradigma conductista surgió a inicios del siglo XX, especialmente con la teoría propuesta y desarrollada por Burrhus Frederic Skinner (1904-1989), propulsor del conductismo durante los años 1940 y 1960. Esta corriente también se conoce como análisis experimental de la conducta. Skinner se apoyó en los patrones de estímulo-respuesta de las conductas condicionadas observables, sin tomar en cuenta los procesos mentales. Por tanto, se diferencia de sus antecesores que estudiaban el condicionamiento clásico y se centró en las conductas operatorias, aquellas que responden de manera voluntaria en diversos entornos. De esta manera, Skinner empleó el método experimental, entre ellos, la caja de Skinner, y determinó que existen dos clases conductas que son:
Conducta reacción, que es aquella conducta involuntaria y refleja, y responde a diversos estímulos tanto en personas como animales. Por ejemplo, estremecerse cuando se escucha de manera inesperada un ruido fuerte y extraño.
Conducta operante, que se refiere a todo aquello que hacemos y que parte de una serie de estímulos que generan respuestas. Por ejemplo, caminar.
En este sentido, el paradigma conductista se basa en que el conocimiento es una copia o reflejo acumulativo de la realidad, que el sujeto, como ente pasivo, copia. De allí que haya estímulos que generen una misma respuesta en los seres humanos. Por tanto, permite tener una gran precisión, tras la continua práctica y repetición de experimentos que consisten en identificar un comportamiento final como respuesta a un estímulo.
Paradigma conductista en educación: busca proporcionar conocimientos a los estudiantes a través de diversas estructuras que refuercen la información. Es decir, el proceso de aprendizaje está acompañado de diversos estímulos y refuerzos para obtener una respuesta positiva de aprendizaje por parte del alumno. Por tanto, este paradigma parte de la idea de que el profesor elabora una planificación de objetivos y programas conductuales que serán desarrollados a través del proceso de enseñanza y aprendizaje, los cuales no deben ser modificados. Asimismo, según el paradigma conductista, el estudiante es un receptor pasivo cuyo aprendizaje puede ser modificado por los estímulos externos que se encuentran fuera de la escuela y que pueden generar respuestas diversas.
Por otro lado, el paradigma conductista ha permitido que el docente tome el orden en clase y mantenga activa la atención de los estudiantes, primordialmente porque los conductistas buscan la buena conducta de estos.Sin embargo, el paradigma conductista está en proceso de reestructuración, muchos especialistas lo complementan con otras vertientes.
Actualmente, existe el neoconductismo, que busca interpretar esta teoría desde nuevos enfoques, para lo cual considera que se debe reforzar lo positivo sobre lo negativo y hacer uso del refuerzo como una motivación que permita obtener la respuesta deseada. Esto debido a que los procesos de aprendizaje requieren ser reforzados a fin de modificar las conductas deseadas.
Características del paradigma conductista:
Lo más importante es la respuesta que surge del estímulo.
El conocimiento se obtiene al tener una conducta pasiva carente de conocimiento o de intención.
Está basado en el método experimental y en el modelo de estímulo-respuesta.
Se fundamenta en que la conducta es observable, medible y cuantificable.
Tiene
base en la corriente filosófica empirista, pragmática y de evolución. El
aprendizaje genera cambios de conducta.
IVAN PETROVICH PAULOV (1849-1936):
La mayor parte de la influencia de Pavlov sobre el Conductismo fue de carácter simbólico y metodológico.
El experimento del perro de Pavlov es uno de los más conocidos en la ciencia del comportamiento. Quería demostrar que se pueden condicionar respuestas entrenando a un ser vivo para que reaccione de forma automática ante un estímulo repetitivo.
JOHN BROADUS WATSON (1878-1958):
Watson junto a Pavlov fueron los grandes que aportaron experimentos de condicionamiento clásico al Conductismo.
Para Watson la conducta es el resultado de reflejos condicionados. Se puede aprender a responder a situaciones nuevas porque la conducta nueva compleja se adquiere mediante reflejos simples.
Reconoce tres emociones básicas heredadas: miedo, ira y amor. Consideradas como pautas de movimiento o sentimientos constantes.
Rechazó la distinción entre cuerpo y mente, y solamente dio importancia a la conducta objetiva.
BURRHUS FREDERIC SKINNER (1904-1990):
Conocido por su conductismo radical, es semejante al punto de partida de Watson, según la cual, la Psicología debe ser un estudio del comportamiento observable en interacción con el medio que les rodea.
Sin embargo, Skinner difiere de Watson en que los fenómenos internos como los sentimientos, deben excluirse del estudio.
La personalidad es una colección completa de esquemas de conductas aprendidas.
IVAN PETROVICH PAULOV (1849-1936): Fisiólogo ruso. Recibió el Nobel Premio de Medicina en 1904 por sus estudios del aparato digestivo y secreciones gástricas. Conocido por la formulación de la Ley del reflejo condicionado e influyente en conductistas posteriores como Watson.
JOHN BROADUS WATSON (1878-1958): Uno de los psicólogos americanos más influyentes del siglo XX. Fundador de la Escuela Conductista, proclamó la conducta manifiesta como el único objeto de estudio. Con la publicación en 1913 de su manifiesto: “La Psicología tal como la ve el Conductista“, dio a conocer sus postulados. En 1914 publicó “El conductismo: Una introducción a la psicología comparativa” donde sostiene que la observación directa es el único procedimiento para identificar conexiones entre la conducta y la filosofía subyacente. También conocido por su controvertido experimento con el niño Albert, realizado junto a su asistente personal, Rosalie Rayner.
BURRHUS FREDERIC SKINNER (1904-1990): Considerado como el psicólogo más influyente del siglo XX. Sus investigaciones en psicología experimental fueran innovadoras, a partir de las cuales desarrollo los principios del condicionamiento operante y el análisis experimental del comportamiento. Influido por la teoría de los reflejos condicionados de Paulov y por el conductismo de Watson.
REFERENCIAS
Díaz, M.I., Ruíz, M.A. y Villalobos, A. (2017). Manual de Técnicas y Terapias Cognitivas Conductuales. Desclée de Brouwer.
Significados. (2018, 21 mayo). Significado de paradigma conductista. Significados. https://www.significados.com/paradigma-conductista//
Soy Claudia. Tengo 44 años y tengo una larga trayectoria como esteticista y maquilladora profesional. Soy una madre migrante que se abrió camino en Suiza con dos adolescentes a cargo. La crisis en Venezuela me llevó a replantear completamente mi vida y hacer un trabajo interior para reequilibrarme nuevamente. En la experiencia de mi cambio de vida, descubrí la necesidad que tenía de renovar mi interior, entonces comprendí que cuando cambiamos nuestra manera de pensar, nuestra manera de vivir también lo hace. Es así, como tomé la decisión de estudiar psicología, inicialmente por amor propio y como consecuencia, amar a los demás, prestándoles un servicio de escucha llena de amor. Soy miembro de una comunidad cristiana con un brazo de servicio social muy grande y a través de la psicología quiero ofrecer mi acompañamiento a las personas en situaciones difíciles que no tienen los medios para tener asesorías que les ayuden a comprenderse para poder aliviar su interior.
Soy Edurne. Tengo 28 años y soy de un pueblo cercano a Bilbao. Actualmente, trabajo con mujeres mayores de edad valoradas por la Diputación Foral de Bizkaia, durante el periodo que transcurre entre la valoración de exclusión y el acceso a un servicio o centro de la red de atención secundaria. Mi camino con la Psicología se cruzó al estudiar la carrera de Criminología, pero, me decidí por estudiarla al realizar el Máster en drogodependencias y otras adicciones, ya que, me di cuenta del gran peso que tienen las emociones.
Blog de Claudia y Edurne Este blog se ha creado para la asignatura "Psicología y Persona", de cuarto curso de la UNIR.